OTROS ESTUDIOS

Estudios de La Iglesia de Dios

LA SUBLIME GRACIA DE DIOS

La Biblia dice en Proverbios 14:12, “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. ¿POR QUÉ es eso? Isaías 55:8 nos dice, “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice JEHOVÁ”.

El himno “Sublime Gracia” usualmente se canta en las congregaciones en todo el mundo en diversas formas. ¡Cuando pensamos acerca de la gracia de Dios en realidad deberíamos estar sublimados! Es SU gracia que es sublime, no hay duda de que hemos hecho nada. A veces, aunque, nuestras acciones parecen decir que somos los sublimados, que mediante nuestros esfuerzos, nuestras maneras, podamos traer a una persona al arrepentimiento o a la perfección. ¡Cuando actuamos como si en nosotros pudiéramos hacer el convencer, el estimular, y el persistir de una persona, y por este medio (nuestros medios) lograr algo, entonces en realidad nuestras acciones están diciendo, no es esa gracia de Dios sublime, pero es que “Estoy sublimado”! También hay lo opuesto de esa conducta que igualmente es jactancioso cuando detenemos la verdad. ¡Dice, “Yo estoy sublimado, Yo decido cuándo, Yo decido cómo, Yo decido qué, Yo decido con quien, Yo compartiré el mensaje!” Puede ser que esto suene espantoso, pero considera la verdad de esto.

“Al oír esto, sus discípulos se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, entonces, podrá ser salvo? Mas Jesús, mirándoles, les dijo: Para los hombres esto es imposible, mas para Dios todo es posible”. (Mateo 19:25, 26)

I. La Gracia De Dios Y Nuestra Participación

¡De la introducción de la lección es posible ver cómo nuestras actitudes pueden manifestarse al decir “Yo estoy sublimado” cuando de hecho nuestro deseo verdadero es, o debe ser, decir “Dios, Tu gracia es sublime! ¡Tú eres sublime!” Sin la dirección e intervención del Espíritu Santo, nuestras acciones servirán sólo para echar a una persona fuera del Señor. En nosotros mismos, tenemos una tendencia a ir al extremo, o tratar de “reiterar la verdad de una persona” (dar de comer a la fuerza), o determinadamente ocultarla (inanición).

Hay una historia que se ha dicho de una mujer que compró una botella de aceite de hígado de bacalao para dárselo a su perro para que él pudiera tener un pelaje más saludable y brillante. Todas las mañanas, ella le abría con una palanca la mandíbula del perro y a la fuerza le echaba el líquido por su garganta. Él forcejaba, pero ella persistía. “Él no sabía que era bueno para él”, pensaba ella. Fielmente, cada día ella repetía el proceso. Sin embargo, un día, la botella se viró y ella sacó la palma de su mano del perro por sólo un momento para limpiar el revoltijo. El perro olfateó el líquido y comenzó a lamer lo que a ella se le había derramado. En realidad a él le gustó la substancia. ¡Realmente él se había opuesto a la manera impresionante en que se lo daba!

II. La Gracia De Dios Y Nuestras Actitudes

A. DAR DE COMER LA VERDAD A LA FUERZA

Hay aquellos que testifican y trabajan con otros en la manera descrita en la historia antedicha. ¡Hay aquellos que aparecen para hablar al perdido, o a aquellos que no están de acuerdo con ellos, “¡Usted VIVIRÁ de esta manera!” Léase a Hechos 16:6-10. ¿Qué habría sucedido si Pablo y aquellos que estaban con él habrían pasado por Asia, contra la voluntad del Espíritu Santo, forzando la Palabra en ellos antes de Su debido tiempo?

B. ESTAR SEDIENTO DE LA VERDAD

¡Hay aquellos que testifican y trabajan con otros cuyas acciones dicen, “Vamos a lograr que ellos se salven! Alabado sea Dios”, sin seguimiento o profundidad de la doctrina o explicación de las enseñanzas, temerosos de perderlos, pero realmente ellos están famélicos. Léase a Hechos 9:11-18. ¿Qué habría sucedido si Ananías se hubiera negado a dar el mensaje a Saulo (luego Pablo) cuando fue instruido por Dios a hacer eso? Allí estaba sentado Saulo preparado para enterarse de la verdad. Gracias a Dios que, había una persona, aunque algo temerosa al principio, que estaba dispuesta a ser obediente la dirección Dios.

C. EL RESULTADO DE NUESTROS ESFUERZOS

Podemos ver cómo es posible definir nuestra atención de Sus esfuerzos y de NUESTROS esfuerzos. Pablo y los otros apóstoles pudieron haber hecho eso mismo. Definitivamente ellos tenían sus propias ideas respecto a dónde deberían ir y a quienes deberían ministrarles, pero no lo hicieron. Ellos permitieron que el Espíritu Santo los guiara, y siguieron a Su líder. En nuestros propios esfuerzos, tenemos una tendencia a ir al extremo de una manera u otra, o alimentar a la fuerza o privar de comida, pero no debe ser así si seguimos la dirección de Dios.

III. Los Puntos Clave Para Recordar

Primero, no se puede comprometer el mensaje. Nosotros no debemos suavizarlo ni cambiarlo para hacer como nos guste. Segundo, siempre debemos hablar con amor lo que decimos, con amor verdadero, con un espíritu humilde y apacible. El amor de Dios en nuestros corazones, que sale de nuestras acciones avivará a muchos corazones y ayudará a ganarlos para Cristo y la Iglesia. Este no es amor fingido, sino genuino, y la gente puede decir la diferencia totalmente. Tercero, hay un tiempo de decir las cosas. ¡En realidad lo hay! No habría habido otra razón por qué les fue prohibido por el Espíritu Santo a Pablo y a los demás de ir a Asia. Cuarto, hay una manera de decir las cosas. ¿Cómo Cristo le ministraba a la gente?Él usó una variedad de métodos para enseñar y compartir el evangelio. Habló en el templo usando la Palabra de Dios escrita; Su vida era una de ejemplo, que lo decía todo; Él usó las parábolas; usó historias de la vida real. La enseñanza de Jesús incluía ejemplos de las cosas diarias que la gente con quien Él se reunía conocían acerca de: migajas de alimento, deudas, ovejas perdidas, camellos, salario y trabajo, hambre y desnudez. Él formuló preguntas retóricas, no para que le dieran una respuesta sino para surtir efecto, para causar que otros pensaran. Siempre Él era honesto, pero siempre Él le dio a las personas lo que necesitaban en esa época; Él rara vez les habló con carácter. Fíjense que Él reprendió abiertamente a los fariseos, pero le habló en privado a la mujer en el pozo y a la mujer tomada en el acto de adulterio. Él demostró emoción verdadera, derramamiento de lágrimas y sentimientos de angustia. También en ocasiones vemos cómo Él hablaba más francamente con sus discípulos que con las multitudes (Mateo 13:36, por ejemplo). ¡Qué ejemplo Él nos dejó para seguir! El punto final y principal que hay que recordar deberá ser dejarse guiar por el Espíritu Santo. Él sabe quién, qué, dónde, cuándo, por qué, y cómo, y Él nos conducirá y nos guiará a hacerlo a Su manera. Sin embargo, debemos estar dispuestos a ser guiados.

IV. Siguiendo Al Espíritu Santo Como El Líder

Jesús dijo en Juan 16:7, 8, “Mas yo os digo la verdad: Os es necesario que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando Él viniere, redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio”. Hace varios años la hermana Maude E. Wood tuvo un mensaje en la Luz Vespertina titulado “Mi Esposo No Espíritu Santo”. En él describió a una mujer decidida y determinada a lograr que su esposo fuera salvo. La mujer era persistente y trataba de forzarlo a que fuera a la iglesia y se arrepintiera. Todos sus esfuerzos sólo servían paraalejarlo cada vez más. Dios le mostró a ella que ella estaba tratando de ser el Espíritu Santo para su esposo. Cuando ella se dio cuenta de lo que estaba haciendo, dejó de hacerlo, oró y permitió que el Espíritu Santo verdadero hiciera Su obra, finalmente su esposo fue salvo. A veces tratamos de condenar el corazón de ese ser amado, pero nosotros no somos el Espíritu Santo. Si fuéramos más sensibles al mover del Espíritu, si bien, en realidad seguir a Su líder, saldremos en tal amor que otros serán ganados, instruidos, y conservados.

¡Ojalá que Dios mande un espíritu de ayuno y oración sobre nosotros ya que la mayoría de nuestra generación nunca ha sabido que eso causará que esto suceda! ¡Cuando esto suceda, seguiremos de cerca al Espíritu que es el líder y guía ya que Él puede hacer Su obra, y aquellos que están perdidos buscarán ser salvos mediante la Sublime Gracia de Dios!

CONCLUSIÓN

Concluyamos esta lección con una amonestación de la Escritura del puño y letra de Pablo para aquéllos en Colosas, “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” (Col. 4:6).

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